¿Has cogido las llaves?

-¿Qué?

-Las llaves, tita. Tenemos que salir.

-¿A dónde? Yo no salgo.

-Tenemos que irnos ya, que no llegamos.

-¿Tú quién eres, niña?

-Soy Edi, tu sobrina, tita. Vamos al médico y queremos salir ya de casa para llegar a la cita. 

-Ya lo sé, venga, cierra la puerta y vámonos que tenemos prisa.

-Tita

(No contesta, mira su rostro en el espejo como si fuera otra persona)

Tita

(No contesta, mira su rostro en el espejo como si fuera …otra persona)

-Mírate, tita…¡qué guapa estás! 

Tita, sonríe lévemente; tímida, inocente y avergonzada. Edi la abraza por la espalda, se ven en el espejo, besa la mejilla de su tía, le da un bocaito, la tía le da con las llaves en la pierna y sale a correr detrás de ella, las dos salen riendo de la casa. Van  al médico a por recetas y después al taller de memoria.

-Niña, ¡Qué buen día hace, verdad!

Verdad tita, el más bonito de nuestra vida. (Toma aire, la agarra por el brazo y caminan con una sonrisa en sus caras)

“Cuando recordar no pueda, ¿dónde mi recuerdo irá?. Una cosa es el recuerdo y otra cosa recordar.” Antonio Machado

Aprovecho para recordar el 21 de septiembre, día del Alzheimer. 

Aprovecho para recordar a dos de mis tías, Mercedes y Loli, que murieron con Alzheimer; a Pepi, la madre de mi amiga, que tiene Alzheimer, a mi vecina. A tantas personas.

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